En los últimos meses casi todo lo que hacemos en casa es comida de supervivencia. Filete y ensalada, macarrones, legumbres, tortilla de patatas, pescado a la plancha y unos tomates con sal y aceite, etc. Cualquier cosa fácil y rápida. No ha dejado de gustarme cocinar, es que Hornette consume casi todo mi tiempo y energías. Aún así disfruto cuando tengo un rato relajado en la cocina. Me gusta la libertad de poder improvisar, permitirme el lujo de no pesar, medir y apuntar cada pequeña adición. ¡Viva la cocina imperfecta! ¡Viva Joe Strummer y Joey Ramone! No eran grandes cocineros, que yo sepa, pero me gusta que su espíritu punk se siente a mi lado y vean lo que hago mientras comparten un litro de calimocho.
La receta de hoy es fácil. Solo hay que tener tiempo, verduras y carrilleras. Venga, vamos a kick out the jams motherfucker!! Primero nos curramos un buen sofrito. Algo así como media cebolla, un tercio de puerro, un cuarto de pimiento verde y dos tomates naturales. No tengas prisa, deja que poche bien la cebolla y que caramelice todo a fuego medio. Si te parece mucha cantidad guarda el sobrante en la nevera. Es muy agradecido encontrártelo luego.
En una olla donde vayas a hacer el guiso echa un chorrete de aceite de oliva. Sube el fuego. Vamos a marcar las cuatro mollejas, abiertas por la mitad. Solo queremos que queden marroncitas por fuera. Como un minuto por cada cara será suficiente (fuego medio-alto). Añadimos la cantidad de sofrito que nos parezca prudente, un vaso de vino blanco y unos 700-800 g. de caldo de verdura. Ahora viene lo mejor. Coges una buena posición en el sofá y te puedes ver tres episodios de la serie que estés siguiendo en este momento (ya sea True detective, Juego de tronos o la de nuestro amigo cocinero, Hannibal). Deja que cueza a fuego lento unas tres horas. No temas tenerlo más tiempo si lo crees necesario. El punto de la carne: que se separe fácilmente con un tenedor y se deshaga en la boca.
Mejor hacer este guiso de un día para otro para que repose. Lo acompañamos con unas patatas fritas al montón. Haría buenas migas con unas patatas asadas, un puré de patatas o un bubbles & squeak.
Ten en cuenta:
– Si no eres un pusilánime como nosotros puedes aumentar la proporción de vino con respecto al caldo. Buscábamos un sabor suave por lo que evitamos usar un tinto pero puedes hacerlo si te gusta.
– Puedes usar caldo de pollo o de verdura. Mejor casero pero si no lo tienes usa un pastillazo.